Recomendaciones generales de prevención frente a la Neumonía
1. Realiza ejercicio físico de forma regular
El ejercicio activo sirve para prevenir y mejorar casi todas la enfermedades enumeradas en el cuestionario.
Si no paras de moverte tu cuerpo te lo agradecerá porque:
- Mejorará tu forma y resistencia física.
- Tus músculos funcionarán mejor y ganarán fuerza, haciéndolos más eficientes. Gracias al ejercicio tus músculos consumirán menos oxígeno para moverse y producirán menos dióxido de carbono.
- Tu corazón será más fuerte y bombeará sangre de manera más eficiente.
- La tensión arterial se regulará.
- Reduce el colesterol y los triglicéridos
- Mejorará la resistencia a la insulina reduciendo la cantidad de glucosa en sangre
- Aumenta la densidad ósea y mejora la flexibilidad y movilidad de las articulaciones
- Ayuda a controlar el peso
- Reduce la sensación de fatiga
- Disminuye la ansiedad, el estrés y la depresión.
- Ayuda a relajarte
- Aumenta la autoestima
- Reduce el aislamiento social.
2. Vacúnate
Para prevenir las infecciones respiratorias que pueden aparecer es muy importante que te vacunes de la gripe y de la neumonía. Habla con tu médico e infórmate de cuando empieza la campaña de vacunación frente a la gripe, si te vacunas evitarás el contagio de esta enfermedad. En el caso de la vacunación frente al neumococo no existe una campaña vacunal, no existe estacionalidad, cualquier momento es adecuado para recibir la vacuna y de este modo protegerte frente a una enfermedad, la neumonía , que según los últimos datos que nos ofrece el Instituto Nacional de Estadística (I.N.E) del año 2015 produjo 10.209 fallecidos, 5.229 hombres y 4.980 mujeres, pasando de ser la decimo primera causa de muerte en 2014 a ser la decima causa de muerte en 2015.
Consulta con el personal sanitario para que compruebe tu calendario vacunal, las vacunas no sólo para la infancia o adolescencia, los adultos también debemos vacunarnos frente a ciertas enfermedades.
3. Una adecuada higiene: lávate las manos, dientes…
Un lavado frecuente de manos te ayudará a evitar el contagio, entre otras, de infecciones respiratorias como la gripe, la tuberculosis…. Es muy importante que te laves correctamente las manos cuando vengas de la calle, uses transporte público, te cubras la nariz y/o la boca al estornudar o toser, acabes de utilizar el retrete… Si te lavas las manos de manera adecuada no sólo no te contagiarás tú, si no que ayudarás a no transmitir infecciones a la gente que te rodea.
En relación a la higiene bucal se sabe que una mala higiene bucal puede estar relacionada con un aumento de infecciones respiratorias así como un mayor padecimiento de enfermedades cardiacas. Acude con frecuencia al dentista y límpiate los dientes al menos siempre después de cada comida.
4. Abandona el tabaco
El tabaco es la causa de muchas de las enfermedades que hemos hablado. Es fundamental que dejes de fumar para evitar su aparición y para que la evolución de alguna de ellas, por ejemplo de la EPOC sea mejor. Además, si dejas de fumar no sólo lo agradecerás tú, también lo harán las personas que están a tu alrededor. Sabemos que no es siempre sencillo por ello te animamos a que pidas ayuda a tu médico, enfermera o farmacéutico, ellos podrán ayudarte a conseguir tu objetivo.
5. Aliméntate bien
Llevando una correcta alimentación podrás controlar el peso, el colesterol, los triglicéridos, la tensión arterial… recuerda siempre que es imprescindible también hacer ejercicio, no es suficiente únicamente con la alimentación. Realizar una dieta sana te ayudará a sentirte mejor. Come adecuadamente y tu cuerpo te lo agradecerá. Consulta con el personal de enfermería para buscar una dieta que se adapte a tus necesidades ya que aunque existen dietas comunes a muchas de las enfermedades nombradas pueden existir algunas especificas para tu enfermedad.
6. Cumple con el tratamiento pautado por tu médico
La medicación se te manda porque es conveniente para ti, gracias a ella se van a poder reducir los efectos que tienen las enfermedades en tu organismo, por ello no debes de dejar de tomarla a no ser que así te lo indique tu médico. Aunque te encuentres bien y pienses que no te hace falta no las dejes, si lo haces tus enfermedades pueden empeorar rápidamente. Si tienes cualquier duda sobre ellas consulta siempre con tu médico.
Por otro lado tampoco te automediques, no tomes medicación que no te haya mandado tu médico. Todas las personas somos diferentes y tenemos unas necesidades específicas, lo que a tu vecino/amigo/familiar le puede ir bien a ti te puede perjudicar, por ello consulta con los expertos en todo momento.