Una reciente publicación liderada por la Emory University de Atlanta (Georgia, EE.UU.), ha analizado las motivaciones que llevan a un significativo número de padres en ese país a adoptar una posición antivacunas, entre las que destacan conceptos como el de la «libertad» o la «pureza«.
Para mejorar su mensaje, los autores sugieren que las campañas de información deben incorporar esos valores morales en la publicidad, en vez de centrarse exclusivamente en la efectividad de las vacunas o en su capacidad para prevenir enfermedades.
El estudio realizado a través de encuestas «online» a más de 1.100 padres estadounidenses con hijos menores de 13 años ha evaluado el «nivel de vacilación» ante la cuestión de vacunarles o no. También ha explorado la importancia que prestan a ciertos valores morales a la hora de decidir entre lo que está bien o mal.
Los resultados mostraron que los padres con más alto nivel de vacilación tienen el doble de posibilidades que aquellos con un nivel bajo de vincular conceptos como la «libertad» y la «pureza» a su posición antivacunas.
Los primeros asocian la idea de «libertad» a la defensa de la «responsabilidad personal, de los derechos personales» y a su resistencia a la «interferencia» de las autoridades en la vida privada de los ciudadanos, mientras que la «pureza» establece «límites y fronteras» ante la «contaminación» exterior.
Los padres con un nivel de vacilación medio son dos veces más propensos a resaltar el valor de la «pureza» que los de nivel bajo.
Este trabajo cuantifica las relaciones de los fundamentos morales con las actitudes respecto a las vacunas. Estos resultados abren una vía prometedora para el desarrollo de campañas informativas basadas en evidencias cuantitativas y menos dependientes de mensajes de sentido común.
De hecho, muchas de las decisiones de salud se toman de acuerdo con «preocupaciones morales«, por lo que su «impacto» debe de ser abordado en estudios que pongan su foco sobre «otros comportamientos sanitarios».
Este enfoque basado en la moral puede aplicarse fácilmente a otras decisiones de salud y puede proporcionar propuestas estandarizadas y adaptables para las campañas de salud pública.