Por el Dr. Enrique Mascarós
El asma se encuentra entre las patologías respiratorias crónicas que parecen actuar como factor de riesgo para padecer la enfermedad neumocócica invasora (ENI), aunque es cierto que la EPOC constituye la principal comorbilidad respiratoria asociada a la ENI, especialmente a la neumonía neumocócica bacteriémica 1.
Pese a esto en la última actualización de la GINA (Global Initiative for Asthma) dicen textualmente: “Las personas con asma, en particular los niños y los ancianos, están en mayor riesgo de enfermedad neumocócica, pero no existen pruebas suficientes para recomendar la vacunación neumocócica de rutina en las personas con asma (Evidencia D).” Esto es debido a que sus afirmaciones se hacen con referencias bibliográficas antíguas (Talbot TR, Hartert TV, Mitchel E, et al. Asthma as a risk factor for invasive pneumococcal disease. N Engl J Med 2005;352:2082-9; Sheikh A, Alves B, Dhami S. Pneumococcal vaccine for asthma. Cochrane Database Syst Rev 2002:CD002165. )
Desde el grupo de Neumoexpertos ya recomendamos a la Guía española del Manejo del Asma (GEMA 4.0) la revisión de estas evidencias para que la guía estuviera actualizada en este punto, ya que también hacían referencia a estudios antiguos donde realmente no había dicha evidencia. Y en su versión 4.1 redactaron lo siguiente “Dado que la población asmática tiene un mayor riesgo de padecer enfermedad neumocócica invasiva, diversos documentos de consenso de expertos internacionales, nacionales y el mismo Sistema Nacional de Salud, recomiendan la administración de la vacuna anti-neumocócica en pacientes con asma grave. Sin embargo, se precisan nuevos estudios para establecer de forma definitiva su indicación.”
Os presentamos además del estudio de Talbot de 2005 otros estudios mas recientes donde realmente se aporta la evidencia actualizada de la relación entre asma y ENI.
En 2005 se publicó es estudio de Talbot et al 2 donde se estimó el riesgo de ENI a partir de un estudio caso-control en el que se incluyeron 6.985 sujetos (635 casos y 6.350 controles) con asma de cualquier gravedad, la OR asociada a la ENI varió entre 2,3 (IC 95% 1,4-4) para los sujetos entre 2-4 años y 18-49 años hasta 4 (IC 95% 1,5-10,7) para los de edad comprendida entre 5-17 años. No obstante, el grupo de alto riesgo (una o más hospitalizaciones o visitas a urgencias; uso de tratamiento de rescate o corticoides orales por periodos largos de tiempo o prescripción de 3 o más beta-agonistas el año anterior) es el más expuesto a sufrir ENI, cuya incidencia anual de ENI en pacientes sin otro factor de riesgo fue de 4,2/10.000. La incidencia para el asma moderado fue 2,3/10.000 (incidencia de 1,2/10.000 en pacientes sin asma).
Un estudio mas reciente realizado en Suecia de caso-control, con 4.058 casos de ENI y 40.353 controles, se estimó la OR de ENI para sujetos con diferentes enfermedades respiratorias. En sujetos entre 18-59 años, el asma se asoció a ENI con una OR de 4,9 (IC 95% 3,0-7,8) 3. No obstante, la problemática que presenta el asma son sus muy variables grados de afectación. En un estudio finlandés con casi 1300 pacientes y 13.000 controles de 18 y 49 años de edad entre 1995-2002, encontraron un riesgo muy elevado de ENI en pacientes asmáticos tanto de alto riesgo (OR 12,3; IC95% 5,4-28,0) como de bajo riesgo que definieron como aquellos que recibían fármacos pero sin requerir hospitalización en los 12 meses previos (OR 2,8; IC95% 2,1-3,6)4. Un metanálisis confirmaba esta asociación aunque si bien el riesgo ajustado estimado (OR) de sufrir un episodio en pacientes asmáticos mayores de 18 años era de 6,7 (IC95% 1,6-27,3), en pacientes entre 2-49 años con asma de bajo riesgo era de 1,7 (IC95% 0,99-3,0)5.
Por todo ello el consenso sobre la vacunación anti-neumocócica en el adulto por riesgo de edad y patología de base1 considera susceptible de vacunación los sujetos inmunocompetentes tanto sanos ≥65 años, como aquellos con otras patologías de base, o factores de riesgo, como: Enfermedad respiratoria crónica (incluye EPOC, asma grave y patología intersticial difusa pulmonar). Considerando asmáticos de alto riesgo aquellos que han precisado una o más hospitalizaciones o visitas a urgencias o uso de corticoides orales.
Desde Neumoexpertos pensamos que al menos estos pacientes asmáticos se beneficiarían de la vacunación frente al neumococo y al igual que el consenso anteriormente mencionado, firmado por 18 sociedades científicas, pensamos que la mejor pauta de la vacuna sería una dosis con la conjugada 13 (VNC13).
Referencias Bibliográficas:
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González-Romo F el al, Consenso sobre la vacunación anti-neumocócica en el adulto por riesgo de edad y patología de base. Actualización 2017. Rev Esp Quimioter 2017;30(2): 142-168
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Talbot TR, Hartert TV, Mitchel E, Halasa NB, Arbogast PG, Poehling KA, et al. Asthma as a risk factor for invasive pneumococcal disease. N Engl J Med. 2005;352(20):2082-90.
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Inghammar M, Engstrom G, Kahlmeter G, Ljungberg B, Lofdahl CG, Egesten A. Invasive pneumococcal disease in patients with an underlying pulmonary disorder. Clin Microbio Infect 2013;19(12):1148-54.
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Klemets P, Lyytikainen O, Ruutu P, Ollgren J, Kaijalainen T, Leinonen M, et al. Risk of invasive pneumococcal infections among working age adults with asthma. Thorax. 2010;65(8):698-702.
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Boikos C, Quach C. Risk of invasive pneumococcal disease in children and adults with asthma: a systematic review. Vaccine. 2013;31(42):4820-6.
Para reforzar la necesidad de vacunación frente al neumococo, sale también este estudio donde se ve un riesgo aumentado en los pacientes asmáticos que están en tratamiento con corticoides inhalados.
Pneumonia Risk in Asthma Patients using Inhaled Corticosteroids: A Quasi-Cohort Study
Christina J Qian, Janie Coulombe, Samy Suissa, Pierre Ernst
British Journal of Clinical Pharmacology 2017 March 28
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